Mujer, pilar malabarista
En las esculturas de Mónica González, la mujer no solo es soporte del desarrollo, sino también experta financiera y malabarista. De nuevo no es un retrato de una mujer subyugada, como siempre, sino una conversión escultórica, ingeniosa, del tema: con baratos enseres domésticos de hojalata, bañeras , regaderas, cubos, etc.
A veces, tal torre de enseres se extiende entre el piso y el techo; a veces se suma un detalle, como un montón de camisas masculinas recién lavadas.
Esas construcciones discuten, de igual modo, principios básicos de la escultura contemporánea: partiendo del <<ready made>>, Mónica González investiga cuestiones culturales, como la abstracción, la magia de las cosas , contraen en las esculturas un curioso matrimonio y hacen un comentario irónico al «Land der frauen» («País de las mujeres»), titulo alemán de un libro de los años cuarenta .
Dorothée Bauerle-Willert
Julio , 1993.
Mujer, Pilar malabarista, por Dorothée Bauerle-Willert
